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Martes, 03 de Diciembre de 2024

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Historia

Hace miles de años en Castrelo de Miño...

Relatar una historia, pongamos por caso, de más de 5.000 años no resulta tarea fácil. Intentar que su lectura resulte atractiva despertando la curiosidad por los avatares históricos de estas tierras, es poco menos que Misión Imposible, pero a eso vamos.

Prehistoria

Edad de los metales. IV milenio-Siglo I a.C.
A remontarnos a la PREHISTORIA, de la que nos dan cuenta los diversos yacimientos arqueológicos con los que contamos en el Ribeiro, y que en el caso de Castrelo de Miño tenemos la fortuna de conservar importantes de sus vestigios, destacando en la cobertura de las diferentes etapas de la Edad de los Metales. Así que daremos una vuelta prehistórica por el ayuntamiento:

En Galicia, la cultura megalítica aparece la finales del Neolítico, V milenio la.C., y se mantendrá hasta el III milenio la.C, es decir, en la Edad de los Metales. Allá por el 3.000 la.C., cuando se consensúa, comienza la EDAD DEL COBRE o Calcolítico, tenemos ya constancia de la capacidad constructora y su sentido religioso. Las mámoas nos revelan este culto funerario, datadas en este período megalítico contamos con uno buen número de ellas dispersas por nuestro territorio, así, las Mámoas da Veiga de Arriba, en Reigoso o las Mámoas del Vedado del Roxón, en Macendo; necrópolis con cinco y tres túmulos, respectivamente. Pero tenemos más de estos túmulos, como la Mota del Areal, en el alto de las Furnias en Santa María, o la Mota de la Serra, en el Vedado del Roxón, en Santo Estevo..

Con la metalurgia se inicia la EDAD DEL BRONCE, 1.800-700 la.C., de la que atesoramos auténticas joyas como los Petroglifos de Reigoso, en los que se pueden ver diferentes representaciones entre las que caben destacar las coviñas, algunas de ellas alineadas, cruciformes, círculos y gravuras cuadrangulares, destacando una representación topográfica y una especie de ábaco rupestre. El Panel, en la parte superior de los riachuelos de Novelle y Los Charcos o o Petroglifo de Vid, mencionado como gravura de Ribadavia, del que Barros Silvelo envió un dibujo al Museo Arqueológico Nacional en 1868, junto con el Abrigo de la Cantera, en Santo Estevo, o de Santa Lucía, en Astariz, auténticas tiernas graníticas en forma de cueva, buenas pruebas de este período.

Ya en la EDAD DE HIERRO, 700-19 la.C., con la cultura castreña desarrollándose sobre todo, en su segunda mitad, en coexistencia con la romanización, disponemos de los restos de sus recintos fortificados conocidos como castros. Las Cavadas en el Padreiro, el mitificado Castrum Minei, por lo que aún se conocía en el medievo, el Castro de Macendo o el de Outeiro y lo de Santa Lucía, ya romanizados.

En este último yacimiento se realizó una primera intervención arqueológica en verano del 2016, gracias al convenio suscrito entre el Ayuntamiento de Castrelo de Miño y la Universidad de Vigo, a través del Grupo de Estudios de Arqueología, Antigüedad y Territorio de la Universidad de Vigo (GEAAT). Estos trabajos se siguieron durante el año 2017, en especial en los meses de verano.

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Grabado
Grabado de Reigoso
Trabajos de excavacacións en el Castro de Santa Lucía

Historia Antigua

Siglo I a.C.-V d.C.
Y entramos en la HISTORIA ANTIGUA. En Galicia la romanización se produjo de manera tardía, la finales del siglo I la.C. Los castros fueron perdiendo su valor defensivo y empiezan a primar otro tipo de construcciones, como las mineras. Así, encontramos las de Los Cotos, en Prado y Astariz, los Pozos de Monte Rosario, en Macendo, o el Lavadero de Prado de Miño.

También se conservan restos de unas termas en El Diestro, cepas de un Puente y las vías de comunicaciones, como las cuatro de las que tenemos constancia y que se convertirían en los caminos medievales que conservamos:
  • Camino Ponte Castrelo-Ourense por Prado, Vide y Astariz.
  • Camino Ponte Castrelo-A Arnoia por Reigoso o El Camino Miñoto Ribeiro.
  • Camino Ponte Castrelo-Celanova por Os Noallos.
  • Camino Ponte Castrelo-Ourense por Macendo.
No escasean las referencias a la aparición de material de esta época romana, ya sean monedas, tégulas o lápidas con inscripciones.

En esta época también se produjo la entrada del cristianismo, sustituyendo poco a poco al paganismo imperante.

Respeto a las termas de Lo Diestro, cuenta una leyenda que el criado de Sano Telmo llevaba en dos calderos las Burgas para colocarlas en Ribadavia pero que los vecinos de la villa apedrárono y salió escapando, llevándolas a Ourense. De camino, de las gotas que se le virtieron en la huida nacieron estas fuentes termales. Toda vez que Pedro González Telmo vivió siglos después, la leyenda manifiesta lo aprecio que se tuvo por estas aguas a lo largo de los tiempos y la costumbre de cristianizarlo todo.

Pero no es fácil borrarlo todo, como nos lo recuerda el propio Coto de Novelle o Coto de Navia, como afirma Frutos Fernández González en su artículo El Coto de Novelle, publicado en Lana Región (26/03/2017), porque así aparece en un documento de Celanova de finales del siglo X. Nada menos que la diosa céltica Navia, vinculada a los ríos y a los valles, y que podría traducirse como la barquera. El carácter sagrado de este espacio queda ya fuera de toda duda. La intensa presencia arqueológica en la zona, ya comentada, y la toponimia nos lo confirman.

Según la mitología, esta diosa hace de mensajera de la muerte y conductora de las almas a la morada de los difuntos. Aspecto que sobrevivió en advocaciones como a la Virgen de la Barca, por ejemplo. Y una muestra más de la costumbre de cristianizar los cultos paganos.

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Lagar romano en Santa Lucía
Termas de O Diestro
Vistas de Castrelo desde Coto Novelle

Historia Medieval

Siglos V-XV
Y es que con la llegada de los suevos, en el siglo V, cuando comienza nuestra flamante HISTORIA MEDIEVAL como el reino independiente de la Gallaecia hasta la invasión de los visigodos en el 585. El avance del Islam en el siglo VIII se vio muy limitado ante lo de la Reconquista, así, aunque nuestro territorio fue inicialmente incorporado al reino de Asturias, pronto se conocería como el Reino de Galicia.

El siglo IX, con el descubrimiento del sepulcro del Apóstol, inaugura un nuevo período de esplendor para estas tierras, conocidas un siglo después como La Castilla Auriense por la cantidad de fortalezas como la de Castrum Minei. También destacan acontecimientos como la presencia del rey Sancho Ordóñez (895-929), rey de Galicia subordinado al rey de León desde el año 926 hasta su muerte, y el deseo de profesar aquí su viuda, doña Goto (900-964), ya que tras la muerte de su esposo el cadáver recibió sepultura en el monasterio de Castrelo de Miño.

Otro acontecimiento a destacar es lo de la muerte del rey Sancho I de León (935-966), llamado El Craso, que falleció -según la crónica de Sampiro- al ser envenenado en el monasterio de Castrelo de Miño por el conde rebelde Gonzalo Menéndez, quien le dio una manzana ponzoñosa. Recibió sepultura en el mismo monasterio y, posteriormente, sus restos fueron trasladados a la ciudad de León.

En este sentido, señalar también los episodios tristemente conocidos de los apresamientos de Xelmírez (1069-1149), Obispo desde lo 1100 y Arzobispo veinte años después de la Archidiócesis Católica de Santiago de Compostela, que ponen de manifiesto a importancia de este territorio en el dicho período histórico.

La historia de la iglesia de Santa María se puede remontar al siglo X donde existía el monasterio en el que profesaba doña Goto, viuda del rey de Galicia, y del que era abadesa en el año 964. De la antigua construcción se conserva la torre y una ábside románica, siendo reconstruida en 1763 en estilo barroco. Bajo las órdenes de Francisco de Acosta y Caballero.

Encravada en este montículo, sabemos también de la existencia de una fortaleza y tenemos constancia de otra que, situada al otro lado del río, retrata de manera impecable las construcciones de la época. Es decir, dos fortificacións en lugares elevados vigilando el paso del río.

Dos siglos más tarde, este sería el escenario de dos importantes episodios de nuestra historia, los hechos acaecidos entre Diego Xelmírez y doña Urraca, que cómo se nos cuenta en la Historia Compostelana, acabarían con el apresamiento del prelado en dos ocasiones.

El primero de ellos se produce en el año 1111, en relación con la mencionada fortaleza donde se encontraba el hijo de doña Urraca al cuidado de la condesa de Traba. Se hizo necesaria una capitulación en la que tenía que estar presente el Prelado de Compostela y, cuando este acudió, Arias Pérez, que presidía la Hermandad de nobles, los apresó. Xelmírez enseguida fue liberado (y, más tarde, lo serían también los demás) produciéndose la coronación del pequeño el 17 de septiembre en la catedral de Santiago por el propio Xelmírez, como rey de Galicia.

El segundo apresamiento se produciría en el año 1121. De vuelta de Portugal, la hueste real acampó en Santa María y por orden de la reina las tropas de Xelmírez atravesaron el Miño para luego hacerlo ella junto con su hijo y el propio Xelmírez, pero cuando los soldados alcanzaron la orilla, doña Urraca ordenó el arresto del Arzobispo y de la familia.

Ya vemos como eran aquellos tiempos.

El núcleo de Santa María y su iglesia son un bueno exponente de esta época, el igual que la Iglesia de Prado y o su priorato, o la antigua Casa del Ayuntamiento, en Santo Estevo, sin olvidarnos del Puente de San Telmo, tantas veces nominada. Así aparece descrita en el Madoz:
  • "Hubo un puente famoso que lo dice nombre a la lana ant. Jurisd. de Puente Cástrelo; constaba de 8 arcos casi iguales según aparece por los vestigios; se ignora él cordero en que fué construido, aunque tradicionalmente se dice, que lo mandó hacer San Pedro González Telmo, quien vivió en sus inmediaciones, y posteriormente en una grande avenida se atravesó en uno de los arcos un grandísimo nogal, que impidiendo él libre curso de lanas aguas fué causa de su ruina y de notables daños a la este es inmediatos pueblos en ambas márgenes de él río, quedando aislados al sin comunicación entre sí, asta que se construyó lana barca que navega inmediata a la lanas mencionadas ruinas..."
Este esplendor entraría en declive a partir del siglo XIII al trasladarse el centro de poder a Castilla, concluyendo con la Revuelta Irmandiña contra los señores de las fortalezas, en la que participaron todas las clases sociales, aunque, mayoritariamente, como apunta Carlos Barros en su artículo Lo que sabemos de los irmandiños (Los capítulos de la Hermandade. Peregrinación y conflicto social en la Galicia del siglo XV, Santiago, 2006), se compusiera de campesinos, pescadores y artesanos:
  • "Todos los grupos, estamentos y clases sociales que se comprometieron, más el menos activamente, con lana revolución irmandiña ganaron con lana ruptura histórica que ella provocó, al pasar de lana Galicia de lanas fortalezas, de lana nobleza devastadora y de lana renta puramente feudal a lana Galicia de los pazos, de lana hidalguía intermediaria y de los contratos de él foro."

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Detalle del ábside de la Iglesia de Santa María
Reina Doña Urraca
Rey Sancho I de León
Torre de la Iglesia de Santa María
Vistas de la Iglesia de Santa María desde el río Miño

Historia Moderna

Siglos XV-XVIII
Así comienza la HISTORIA MODERNA en estas tierras, la finales del siglo XV. La estabilidad política y el descabezamento de la nobleza darán lugar a la prosperidad de los hidalgos, que vivían en los pazos del cobro de los foros, y también a la decadencia del gallego, los llamados siglos oscuros.

La destrucción de la ponte medieval, la mediados del siglo XVI por una riada, es fiel reflejo de la decadencia que asolará estas tierras en este nuevo período. Al tener que atravesar el Miño en barca, hará que Castrelo pierda su preeminencia en el paso del río, además de los problemas que esto ocasionaba dado el peligro que suponía para viajeros y mercancías. Pero en cuanto nuestras tierras, haciéndonos eco del manifestado por Samuel Eiján, en su Historia de Ribadavia y sus alrededores:
  • "Fue aquella, en verdad, lana época más envidiable de su comercio de los vine, de cuya fama se hacen eco Cervantes, en Él Licenciado Vidrieras, Mendoza en su Estebanillo y Valbuena en su Bernardo de él Carpio (2). Lucio Marineo Sículo, que publicó en 1533 De lanas cosas memorables de España, lo alaba ya y califica de «muy nombrado», pregonando así sus altos prestigios (3). Cuando, luego, la mediados de él siglo XVI escribió él Licenciado Molina, ya los los vine de él Ribero alcanzaban mundial renombre «como los mejores... del mundo en fama y en obra, los cuales se llevan la Roma, y a toda Italia y la muchas otras partidas del se estiman en mucho, mayormente que, trasplantados, y sacados de este Reyno, si mejoran por allá en grano manera» (4). En él antiguo Diccionario Geográfico, traducido de él inglés por D. Juan de lana Senra (5), se asegura que él Ribero «produce él mejor lo vine de España, que se saca para Flandes, Alemania y otras partes de Europa». Antes ya de este autor, en 1626, nos anuncia él Obispo, señor Muñoz de lana Cueva, que «los los vine más generosos son los de lanas Riberas de él Avia, celebrados en toda lana Monarquía, y muy solicitados en Flandes, Holanda e Inglaterra» (6)"
Del primero período renacentista destacan las pinturas murales de la iglesia parroquial de Santa María de Castrelo (1560), aunque la mayor parte de nuestro patrimonio se desarrollará con el esplendor del barroco, entre mediados del siglo XVII y mediados del XVIII.

La este período corresponde la mayoría del patrimonio, tanto religioso como civil, y también las barcas, como la de Portomiro, además de algunos cruceros, como los de Macendo o Venid.

En cuanto las iglesias, destacar las de Astariz, Tallón, Santo Estevo y Vide, junto con sus cementerios y casas rectorales. Sin olvidarnos de los retablos, como los del artista vallisoletano Antonio Salvador Carmona, en Santa María de Astariz.

También se conservan núcleos singulares como los de Astariz, Freás, Barral, Las Bouzas, Ramirás o Santo Estevo. Junto con sus pazos y casas grandes, como el Pazo de Troncoso (Astariz), Casa de A Capela (Barral), Casa Grande de Pazo (Santa María), Casa con portón y escudo de Souto (Santo Estevo), Pazo de la Torre con escudo y capilla (Venid), Casa del Casar o del marqués (Venid), entre otros.

Para el Pazo da Cavadiña, en Astariz, se maneja cómo fecha más segura la de 1816, en que era dueño del mismo Antonio Araújo.

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Iglesia de Macendo
Iglesia de Santo Estevo
Pinturas murales de la Iglesia de Santa María
Retablo de la Iglesia de Astariz

Historia Contemporánea

Siglos XIX-XX
El caciquismo, el éxodo hacia las ciudades y la emigración marcarán nuestra HISTORIA CONTEMPORÁNEA, junto con el surgimiento de los primeros movimientos políticos en defensa de Galicia y el Resurgimiento, que supuso la recuperación de la lengua gallega.

De esta época contamos con la iglesia de Nuestra Señora de las Nieves de Barral y muchas de las capillas, como Santa Lucía, Reigoso o Albín. También son de esta época muchos de los cruceiros, cruces, fuentes, lavaderos, hórreos, molinos y bodegas, sin olvidar las viviendas. Pero se hubiera que destacar alguna construcción, sin duda, esta sería la carretera Ourense-San Clodio y su puente, junto con el salto de Castrelo.

Los lamentos por el mal estado de los caminos en Galicia es una constante a lo largo de los siglos, al igual que la reconstrucción del puente de Castrelo, pero hubo que esperar hasta el siglo XIX para ver atendidas las demandas. Respeto al puente, comentamos ya las reiteradas citas de su necesidad de reconstrucción, que a todo trance llevaría implícito la de su correspondiente trayecto. Así, en el controvertido debate de la construcción de la tan ansiada carretera de Villacastín a Vigo, Castrelo de Miño apareció como la candidatura más factible, según se aprecia en el Informe Viso (Suarez Freire, J.F.: Viaje a Galicia desde lana Villa de Benavente, el breve descripción de sus de los carreteras: de lana construida desde Astorga y de lana que debe de construirse desde lana villa de Benavente la lana ciudad de Orense, Santiago y Vigo. 1813):
  • "Para ir de Ourense a Ribadavia se ofrecen tres rutas poco me las al menos de iguales distancias, lana una pasando por él gran puente y tomando por lana derecha de él río Miño a la los lugares de Canedo, Untes y otros; otra por lana orilla izquierda de él mismo río asta lana barca de Barbantes, y otra por él mismo lado izquierdo de él río separándose un poco de lana antecedente direccion. ?.Y lana tercera, aunque tiene un poco de cuesta que montar, eres lana que se dice presenta menores obstáculos y costes. Por esta razón se hará sólo descripcion de ella como lana me las proporcionada, pero sin pretender por eso se dexen de examinar lanas otras de los direcciones, por sí puede haber alguna mayor ventaja por cualquiera de ellas.

    De Orense a la Ribadavia 4 leguas. La Hervedelo ½. La Toen ½. A Largos 3/4. A Vide 1. A Prado de Miño ½. La Castrelo ½. La Rivadavia ¼..."
Respeto al puente, el mismo informe apunta que:
  • "En Castrelo hubo puente sobre el Miño hasta entrado este siglo para ir á Ribadavia, del que se conservan todas sus cepas. En el año 91 se trató por el Gobierno de reedificarlo á instancias de dicha villa, y aunque con efecto pasó de órden de aquel á reconocerlo y levantar su plano facultativo, parece impidió la execucion el activo manejo de los dueños de la barca que substituyó al puente, para no perder la utilidad de 25 á 30 reales que les produce de arrendamiento al año."
Finalmente, será con el proyecto de la carretera Ourense-San Clodio cuando se haga realidad esta centenaria demanda. Así, el puente sería diseñada por León Domercq en 1887, el proyecto lo retomaría en 1893 Fernando Martínez Azúa pero sería Martín Díez de la Banda, a principios del siglo XX, el encargado de llevarla adelante. La contrata fue adjudicada a Hilario de Sertucha y Sarachú, de la Sociedad Española de Construcciones Metálicas de Talleres de Zorroza, de ahí que aparezca este nombre en la placa de la ponte con fecha de 1907.

El encargado del tramo de la carretera donde se situaba el puente fue Salustiano Martínez Sancho (21/03/1894) la adjudicación de la construcción de la ponte fue a parar a José Rodríguez Sotelo (08/08/1894) con un plazo de ejecución de seis años, que se fue prorrogando sucesivamente. En 1901 el ingeniero encargado de la carretera fue José Roibal, a continuación Martín Díez de la Banda, siendo ingeniero jefe de Obras Públicas y revisor del proyecto Sebastián Martínez-Risco y Pérez-Santamarina. La recepción total de la obra del tramo de carretera fue el ocho de octubre de 1912 (Archivo Histórico Provincial de Ourense: Obras Públicas y Urbanismo. Jefatura Provincial de Carreteras. Cajas 3005-3007. Ourense en el tiempo. 14/11/2014).

Por desgracia, las noticias de esta ponte seguirían haciendo historia en nuestro ayuntamiento durante el siglo XX, en relación a los sucesos acaecidos con la Guerra Civil, ya que fue la localización elegida para hacer desaparecer a la gente.

En la tercera de las obras, la construcción del salto, también se repitieron las demandas, pero en sentido inverso, es decir, solicitando que no se llevara a cabo. Son abundantes las referencias en prensa y los manifiestos de los intelectuales de la época, una auténtica marea en defensa de estas tierras que, aunque no consiguió paralizar el proyecto, supuso un antes y un después en la Galicia del Antiguo Régimen. El problema de Castrelo de Miño, como se le llamaba, movilizó a toda la sociedad y el conflicto campesino sirvió de causa abierta para intentar saldar cuentas con la dictadura.

En 1945 se da comienzo al expediente de declaración de utilidad pública, lo que tendrá lugar quince años después. En 1963 nombrara una Comisión Interministerial para estudiar la repercusión social de las obras, dos años después surxirían los tercios de asalto y en 1967 se firmaría un acuerdo amistoso entre Fenosa y los afectados, produciéndose la inundación de las tierras en noviembre de 1968. Arturo Reguera al titular su libro Castrelo de Miño. Lucha, represión, expolio, desastre ecológico, desastre humano. (Fundación 10 de marzo, Compostela, 2016), hizo un buen retrato de la realidad de los hechos.

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Detalle del puente de hierro
Interior de la Iglesia de Barral
Presa de Castrelo de Miño
Ayuntamiento de Castrelo de Miño

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